![]() |
Imagen de una gasolinera referencial |
Durante muchos años trabajé atendiendo público. No todos tienen el cuero para ello. No me jacto de eso, pero hay que tener mucha paciencia para atender gente. Sin embargo, algunas veces quienes nos atienden sencillamente no saben hacerlo y, con justa razón, uno alega por el mal trato que recibimos como clientes.
Como trabajé en esa área, intento ser paciente y comprensivo con quienes me atienden. Al fin y al cabo, son muchas personas que atienden durante el día, y algunos no tienen ni la paciencia ni las ganas de ser gentil con quien le está ofreciendo un servicio. Pero, en esta ocasión, quiero contarles algo que sencillamente me colmó, a tal punto de que logró que nunca más fuera a ese lugar a ser atendido.
Verán, como trabajo viajando a muchas partes, debo casi todos los días ir a una gasolinera para llenar el estanque de la camioneta que uso. La mayor parte de las veces iba a un servicentro que me quedaba de camino al trabajo, ya que así me ahorro tiempo al no ir a otro lado que me pueda quedar más lejos.
Hasta ahí, todo bien. Pero algo raro comencé a notar en un bombero cuando me atendía. Es sabido que algunos servicentros ofrecen puntos y descuentos por echar combustible en sus estaciones. Cada vez que cargo, me llega un correo con la cantidad de litros de gasolina que eché, el valor en pesos, y la cantidad de puntos que recibo por aquella compra, además del nombre del bombero que me atendió. En la factura que recibo también aparece un pequeño mensaje que indica que recibí mis puntos.
Pues bien, un día llegué y me atendió este bombero que les comento. Llenó el estanque y me pidió el rut para los puntos. Me dio la factura, donde aparecía que había recibido mis puntos, pero nunca me llegó el correo ni tampoco recibí los puntos en la aplicación que tiene la gasolinera. No le di mayor importancia, pensando en que fue un error del sistema. Seguí yendo como de costumbre y me atendían varios bomberos y todo siguió normal. Pero cuando volví a ser atendido por el bombero en cuestión, me pidió el rut nuevamente pero, una vez más, no recibí los puntos.
Ahí ya me pareció extraño, así que se lo comenté al bombero. Su actitud me inspiró sospecha de inmediato: se puso nervioso y respondió a la defensiva que no sabía nada. Le indiqué que la vez anterior que fui atendido por él había pasado lo mismo y se hizo el desentendido. Le mostré las facturas con su nombre y no me dijo nada. Sospeché que se estaba quedando con los puntos, o que estaba dando el rut de otra persona. Hablé con el jefe del servicentro y, luego de una breve explicación, me entregaron los puntos de ambas compras. Le agradecí la gestión y me fui.
Olvidé el tema y seguí yendo al servicentro. Pero, conforme fueron pasando las semanas, noté algo extraño en el bombero: cuando llegaba, él huía. Evitaba atenderme. Mandaba a algún compañero a hacerlo. A tanto llegó el asunto que, cuando me puse en SU fila para que me atendiera, se fue, dejándome solo, y fue otro bombero a atenderme. Claro, luego supe el motivo.
La gota que colmó el vaso fue cuando, llegando al servicentro, me puse al mismo tiempo en un surtidor con otro auto que había llegado al mismo tiempo: el se puso a la derecha del surtidor, y yo a la izquierda. El bombero del que he hablado todo este rato, llegó, atendió al otro chofer, lo despachó e, ignorándome por completo, se da media vuelta y se va a charlar con sus compañeros. Me sentí humillado y pasado a llevar. Esperé casi 5 minutos y nadie llegó a atenderme así que, bajándome del vehículo, fui nuevamente con el jefe de la estación.
Y, al verlo en la oficina... lo pillo... emmm... cocinando XD. ¡Se los prometo! Estaba cocinando. Luego de disculparme por interrumpirlo en su cocina, le expliqué lo que estaba sucediendo. Fuimos a donde el bombero y, cuando el jefe le hace señas pidiendo una explicación, éste, de un extremo al otro de la gasolinera, grita: "No pienso atender a ese hombre porque me puso un reclamo hace un tiempo". Miré al jefe y le dije: "¿Esa es la clase de personal que tienes aquí? ¿No es capaz de asumir su culpa por lo que hizo tiempo atrás y atender como la gente?".
Llegado a este punto, quizá alguien piense que exageré al reclamar o que poco importan los puntos. Pues bueno... primero que todo, los puntos me sirven, y mucho. Cada cierto tiempo los canjeo por descuentos en combustible de hasta 100 pesos por litro. Eso es casi $4000 cuando lleno el estanque, lo que no deja de ser. Segundo: si estoy atendiendo gente, y un cliente se da cuenta de que estoy haciendo algo incorrecto, lo mínimo es reconocer el error y disculparme. Este bombero jamás hizo eso. Es como cuando yo era cajero: si hubiera sido como el bombero, y un cliente me pone un reclamo, yo tendría que haberlo evitado al pasar por mi caja. Eso es un absurdo. Y tercero: por mucho que no te haya gustado el reclamo, debes ser profesional y maduro, y seguir atendiendo como corresponde: ese es tu trabajo, y por eso te pagan. Siento que no exageré al reclamar. Cuando atendía gente me pusieron muchos reclamos: algunos sin sentido, y otros totalmente justificados porque fueron errores míos. Y yo callado asumía. Eso hace alguien que trabaja de verdad.
![]() |
En mis tiempos de cajero, siempre asumí mi culpa si alguien reclamaba por error mío |
Desde ese día no he vuelto a ir a esa gasolinera. Salgo 10 minutos antes de mi casa y paso a otro lado, donde sí me atienden bien. Porque un cliente bien atendido siempre vuelve al mismo lugar. Eso siempre será así. ¡Saludos y hasta una siguiente entrega!
___________
Procedencia de la primera imagen: El truco definitivo para saber si una gasolinera está de paso o hay que desviarse
Buen artículo
ResponderBorrarMuchas gracias!
ResponderBorrarBuen día Panchito. Es un artículo interesante. Quizá mucha gente ni presta atención a cómo son tratados al recibir algún servicio. Me pongo a pensar en el bombero... quizás ha tenido muchos reclamos y esté traumado. Vaya a saber uno XD
ResponderBorrar¡Saludos!
Hola Wladimir. Tanto tiempo. Un gusto leerte.
BorrarPues sí, quizá el bombero ha tenido reclamos... o quizá también tuvo un mal día. Vaya a saber uno. Todos hemos tenido días así, pero estar así TODOS los días... yo creo que es una cuestión de actitud. Si un cliente te puso un reclamo, ya está. Fue. Pasó. Era. Si ese cliente vuelve varios días después, o semanas después como en mi caso, debo ser maduro y atenderlo como corresponde, ¿no?
Saludos y espero verte pronto por acá.