Mientras siga trabajando como cajero en un supermercado las experiencias nunca faltarán. Entra en este artículo y verás que ser cajero es para pasarlo... ¿bien? :P
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Ya les había comentado que ser un cajero no es tarea fácil. Debemos recordar que ser cajero no solamente implica manejar una caja, pasar productos y dar vuelto. También involucra la atención al cliente y tener mucha, pero mucha paciencia, porque aunque uno quiera tratar bien a los clientes, hay algunos que de verdad sacan de quicio. Pero, ¿saben? Aun así me encanta mi trabajo. Y a pesar de que pareciera ser que me quejo de lo que me pasa en la pega, no es así. Sólo cuento lo que me sucede, que son cosas curiosas y chistosas que de ves en cuando pasan en la caja. ¿Veamos otras experiencias que me han pasado en mi trabajo?
"¿Acaso estái sordo?"
Quizás para ustedes el día 28 de julio de 2010 no signifique mucho. Debió de haber sido un día más de actividades normales... o quizás no. Podría caber la mínima posibilidad de que justo ese día te casaste, o te fuiste de vacaciones, o te pidieron pololeo, o te sacaste un siete en la asignatura más complicada, ¿qué se yo? Lo cierto es que, para mí, ese día fue mi primer día de trabajo como cajero. Estaba muy nervioso y temía que lo hiciera mal.
Llevaba una hora atendiendo en la caja número 13 cuando pasa una tipa (sí, una tipa, no tiene otra calificación) y yo le digo: "Buenos días, ¿boleta o factura?". Y ella me responde balbuseando: "asdjhbd". si hombre, no leíste mal ni me equivoqué al escribirlo, así respondió ella Yo quedé plop! unos segundos y le pregunté: "¿Cómo?". Y ella, alterada, me responde: "¡¡Boleta, ¿qué acaso estái sordo?!!". Me puse rojo y la cajera que me enseñaba sólo atinó a decirme que pasara los productos no más. Esa fue la bienvenida que me dieron los clientes a mi nuevo trabajo. Genial. ¿no? ¬.¬
En uno de esos días en que me dejaron en la linda caja rápida, habían filas interminables. Yo feliz, porque hasta el momento todos habían respetado el máximo de 10 unidades que permite esa caja. Además, si veía un carro en la fila, le avisaba que era caja rápida y, comprendiendo lo que les decía, se cambiaban de caja.
Sin embargo, no falta el cliente choro que cree que porque compra allí tiene el derecho de hacer lo que se le place en el supermercado. Instaló su carro repleto de productos en la fila de mi caja rápida. Le indiqué que debía cambiarse de fila, a lo cual me respondió muy amablemente: "Voh hu... dedícate a tu pega no más". Lamentablemente, lo que no sabía este individuo es que, si él se creía choro, yo lo soy más :P
Al ver que no se quitaba de la fila, le repetí que se cambiara a otra caja, de lo contrario no lo atendería. Este señor a punta de groserías me dijo que no lo haría porque estaba comprando en el supermercado (media novedad, como si no supiera que andaba comprando pos... de veras que uno va al súper a lavar ropa... ufff!!!). Finalmente, llegó con su carro a la caja y comenzó a poner las cosas en la huincha transportadora.
Terminé de atender a la señora que venía inmediatamente antes de él y, luego de darle su vuelto, apoyé mis codos en mi gaveta y lo miré durante algunos segundos. El señor se dio cuenta que lo miraba y me dijo: "¿Qué mirái? Pasa las cosas mejor". "Caballero, buenas tardes - le respondí -. Yo le dije que no lo iba a atender, porque es caja rápida". Él siguió poniendo sus productos como si nada. Entonces se me ocurrió una genial idea. Pensé: "En esta caja el que manda es el cajero, por lo que, si no me hace caso, no lo atiendo. Mejor continúo con la fila y hago como si él no existiera". Le dije a la señora que venía después del caballero que rodeara el carro y pasara su kilito de pan para que lo pagara. "Pase por aquí señora", fue como se lo dije. También le indiqué al resto de la fila, que SÍ respetaba la caja rápida, que rodearan al caballero con su carro por el borde, y los atendería.
Todo iba muy bien. De pronto el caballero se dio cuenta que estaba haciendo el soberano ridículo. Se despailó y, por fin, razonó que estaba equivocado. Así que, de mala gana, agarró sus productos y se cambió de fila. Pero esto no termina aquí.
Al llegar a la caja de al lado, comenzó a hablar pestes de mí, porque según él, lo discriminé. Intentó subirme y bajarme con palabrotas pero justo estaba una supervisora que era más chora que él y, luego de decirle unas cuantas cosas, con respeto, el caballero calladito compró y se fue.
Ahhhhh... ¡¡Me encanta la caja rápida!! Soy el dueño absoluto de la caja... :D
"Deberían capacitar a las empaques"

Un problema que siempre ocurre donde trabajo, aparte de la falta de sencillo, es la falta de bolsas. Cuando la gente compra, por lo general piden bolsas dobles porque argumentan que necesitan las bolsas para el basurero del baño viajan mucho en micro y se pueden romper en el camino. Entonces, la bolsas duran menos que estornudo de gato... aunque recuerdo que una ves un joven le puso bolsas dobles a un sobrecito de queso rayado... ¡Cuek!
Pues ese día las bolsas escaseaban, y mi empaque estaba haciendo malabares para poder empacar las cosas de los clientes. En eso, una señora que pasaba por la caja del lado le roba unas bolsas a mi empaque. Ella le indica que las bolsas son para su caja, que si quiere bolsas le pida al empaque de su caja. La cosa comenzó a subir de tono cuando el esposo de la señora se metió en el tete. Cuando ya veía que los gritos aumentaban, me di vuelta y le dije a mi empaque: "Pero mujer, ya le explicaste a la señora que no puede sacarte tus bolsas porque las controlan en el supermercado. Si ella no quiere entender, no gastes saliva. Ya se lo dijiste y punto". Mi empaque respondió: "Pero es que igual da rabia pos". "Pero ya pasó, si ya le dijiste y punto", le respondí.
La señora dejó un reclamo en Servicio al Cliente indicando que deberían capacitar a los empaques para poder envolver los productos. En fin, la gente alega por todo, y no son comprensibles con los empaques que se sacan la mugre todo el día para ganarse unos pesitos.
Experiencias en el supermercado sobran, y otras más les contaré más adelante. Lo cierto es que, ya que mencioné el reclamo de la señora referente a capacitar empaques, lo que haré en un futuro cercano es fundar mi propia empresa. Una empresa que se dedique a la capacitación, pero no de empaques. Yo voy a capacitar a los clientes insoportables, para que dejen de ser insolentes con los cajeros y los empaques, para que entiendan que nosotros somos mandados por nuestros jefes, y que ellos aunque compren en mi supermercado, no tienen derecho a pasarnos a llevar. Apuesto a que podría reclutar a una buena cantidad de gente para capacitarla, ¿no lo creen ustedes? :D
¿Aun no has leído la primera parte de las experiencias? Haz clic aquí y léelas. La tercera parte tendrá buenas experiencias también. :)