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Han pasado ya 4 años, o 1460 días desde que entré al que catalogo como ex-colegio, el Adventista de Talcahuano. Durante este tiempo he pasado gratos momentos con mis compañeros de curso. He aprendido a quererlos como si fueran mis propios hermanos. Pero no puedo dejar de lado a mis queridos profesores de la enseñanza media, aquellos que me enseñaron a ser menos ignorante.